Dedicaremos un espacio en
este blog para reflexionar acerca de la película La ola, visionada
en una de las sesiones de clase, por su gran relación con el temario de la
asignatura.
En primer lugar,
hablaremos de la trama de la película para así ponernos en contexto y entender
de qué va y lo que sucede, y finalmente poder hacer el análisis de ello.
Pues bien, La
ola tiene lugar en un instituto de secundaria de Alemania. Al protagonista,
el profesor Rainer Wenger, le es asignado dirigir un proyecto educativo que
trata sobre la autocracia. Para ello, trató los conceptos de espíritu de grupo,
sentimiento de comunidad, ideales comunes, disciplina y ayuda mutua.
Lo que empezó siendo un
experimento, sin más, comenzó a cobrar cada vez más fuerza y todos los alumnos
entusiasmados se unieron a él, adquiriendo un nombre (La ola), el
diseño de un símbolo gráfico, eligieron un uniforme común, un saludo propio y
superaron sus diferencias sociales, convirtiéndose en un movimiento real.
Esto, comenzó a ser
cuestionado por algunas alumnas, quienes ahora destacaremos, y también por
algunos profesores.
Pues bien, se puede decir,
y aquí viene la relación con el temario, que tras tomarse en serio el
experimento, los alumnos conforman un grupo, ya que tienen
normas y objetivos comunes. Dentro de ese grupo, surgen roles entre los
estudiantes.
Observamos principalmente,
y además desde el comienzo de la película, dos roles bien destacados y
claramente diferenciados del resto que serán claves para el desarrollo de la
película. Por un lado, el de Karo, una alumna excelente, y por
otro, el de Tim, un chico que sufre el rechazo de sus
compañeros y se siente desplazado, por lo que busca en todo momento ser parte
del grupo y ser aceptado por los demás.
Conforme transcurre la
película, podemos ver cómo poco a poco el profesor se va convirtiendo en líder,
volviéndose directivo, asignando tareas y dando órdenes; también elogia y
critica en forma arbitraria y no les hace saber al grupo las razones que lo
incitan a tomar una serie de decisiones, por lo que los alumnos no disponen de
una visión total sobre lo que van a realizar.
A su vez, la comunicación
dentro del grupo también cambia, puesto que ya no hay diálogos entre los
alumnos y las bromas y las risas desaparecen. Sólo se acatan órdenes y nadie se
opone a ello, aquel que no esté de acuerdo debe callarse, de lo contrario, será
eliminado del grupo. Estas pautas de comportamiento, les permiten saber quién
pertenece y quién no al grupo. Se han vuelto claramente totalitarios.
Karol, la chica antes
nombrada, a diferencia del resto de sus compañeros, posee una fuerte personalidad
y pensamiento crítico y no se siente identificada con La ola, por
lo que comienza a oponerse cada vez más al grupo y sus compañeros la nombran
“enemiga”. Tim, deja de ser el chico excluido y pasa a convertirse en el más
fiel seguidor de La ola y su líder, llegando a rozar la
obsesión por ello, para así poder ser aceptado por todos. Este personaje es el
responsable del trágico final.
Todos los miembros
de La ola, incluido el líder, el señor Wenger, se encuentran
en un estado de fascinación y entusiasmo por este movimiento creado y no
prestan atención a las advertencias que les hacen familiares de éstos en cuanto
a que se puede tratar de algo peligroso.
Acercándonos al final de
la película, observamos como el profesor Wenger se encuentra sorprendido por la
obediencia ciega de los alumnos ante él y sus órdenes. Un tanto preocupado,
decide poner fin a la experiencia convocando a los jóvenes en una reunión,
donde finalmente se produce el fatídico desenlace. En dicha reunión, el líder
de La ola, pretende hacer ver a sus alumnos, quizás ya tarde,
que el experimento se les había ido de las manos y que el movimiento creado, se
trata de algo similar a lo que ocurre en una dictadura.
Pues bien, exponiendo
ahora mis impresiones acerca de la película y lo que me hace reflexionar diré
que, cuando comencé a verla, lo primero que pensé fue lo didáctica que podría
ser en el ámbito educativo, ya que considero que el objetivo principal de la
película es advertir de los peligros que puede conllevar un movimiento
totalitario, y que es posible que vuelvan a resurgir, es decir, que no es algo
tan lejano, de hecho, se confirma conforme avanza la película.
Claramente, otro de los
aspectos que nos intenta transmitir la película es en qué consisten los
movimientos fascistas, es decir, lo que son las ideas totalitarias en grandes
grupos y sus condiciones.
Por otro lado, y como he
mencionado al comienzo de esta entrada, es una película muy ligada al temario
que hemos trabajado en este blog, pues también nos ayuda a comprender qué es
“un grupo”. Toda la simbología que se crea con el movimiento de La ola,
hace que los integrantes del grupo vean que no están solos, que todos comparten
la misma idea, haciéndose así más fácil la unión entre todo el grupo, pues
poseen los mismos intereses y puntos de vista. Se llega a crear una gran
fortaleza en el grupo, ya que los alumnos que antes eran excluidos del mismo,
como es el caso del personaje de Tim, antes mencionado, ahora también forma
parte del grupo y es aceptado.
Uno de los aspectos que
destaco y que me llama la atención, es la presencia de la violencia que podemos
ver a lo largo de la película con el desprecio que se produce contra los que no
pertenecen al grupo porque no comparten la idea de La ola. La película hace
reflexionar también por tanto sobre la importancia del individualismo y el
respeto a cada individuo, pues vemos como los individuales no sólo no son
escuchados, sino que también son rechazados, como he comentado anteriormente.
Sinceramente, esto es algo que me hace reflexionar porque considero que es
cierto en la vida real, y es que los seres humanos, tendemos a despreciar, a
rechazar, a desplazar, a no aceptar, a aquellos que no piensan como nosotros
mismos, cuando el único efecto que ello genera es el de “cerrarnos” nosotros
mismos, “cerrar” nuestra mente y no querer ver más allá, más nada, sólo lo que
nosotros pensamos, sin darnos cuenta que quizás, estamos equivocados y no lo
queremos aceptar.
Otro de los aspectos que
también me hacen reflexionar de la película y en cuanto a educación se refiere,
es la importancia de que los profesores sean carismáticos, abran la mente al
alumnado y les proporcionen una visión de futuro amplia y positiva, fomentando
en cada uno de ellos la importancia de tener pensamiento crítico en la vida
para que nunca se dejen influenciar por nada ni nadie, y por supuesto que como
profesor, sea un guía, y los guíe en el camino de la educación, de la vida,
hasta encontrar cada uno el suyo. Quizás, esa era la intención de Wenger al
comienzo de la película, pero cabe resaltar que éste no supo detectar que el
proceso se le estaba yendo de las manos y se creó totalmente el efecto
contrario, a lo que supongo, pretendía.
Me parece una película
estremecedora e impactante, pues es increíble con qué facilidad podemos tomar
la identidad de un grupo y defenderlo hasta tal punto de olvidarnos de nuestros
propios principios, de manera que incluso las diferencias entre los alumnos
desaparecen, creándose la ilusión y el entusiasmo de que todos se encuentran en
igualdad de condiciones frente a un objetivo común. La ola no
acepta diferencias.
Sinceramente, tras ver la
película La ola, creo que es inevitable pensar cómo
reaccionaría cada uno en la misma situación, es decir, cuál sería el potencial
propio de cada uno al entrar en La ola, pues nos hace
reflexionar bastante sobre la facilidad en que podemos quedar involucrados en
ello sin darnos cuenta. Es ahí cuando destacamos la importancia de la capacidad
de analizar situaciones nosotros mismos, ser críticos, pues de esta manera el
grupo sabría dónde está el límite. La seguridad y confianza en sí mismo es
imprescindible, algo de lo que carecen la mayoría de los integrantes del grupo,
ya que todos se dejan influenciar, sin reflexionar, sin pararse a pensar qué
están haciendo y por qué lo hacen.
Para concluir, diré que me ha parecido una película muy enriquecedora, con muchos aspectos a reflexionar, pues hace referencia a importantes cuestiones. Personalmente, tengo que decir que no la conocía y creo que es una película que debe ser vista por todo el mundo, pues pienso que no dejaría indiferente a nadie, y sobre todo, que fuera proyectada en todos los centros escolares para concienciar al alumnado sobre los diferentes aspectos que trata.
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