ÍNDICE
1. Por qué estudiar los
grupos.
2. Primeras
concepciones del comportamiento colectivo.
2.1. Concepciones
instintivas.
2.2. Concepciones
conductistas.
2.3. Concepciones
interaccionistas.
3. Delimitación del
concepto de grupo.
4. Clasificación y
tipos de grupos.
5.
Referencias.
1. Por qué estudiar los
grupos.
En primer lugar, y tras mencionarlo en la entrada anterior, es importante saber que los grupos son esenciales en la vida de una persona, pues sabemos que el ser humano es un ser gregario, es decir, tiene una tendencia a agruparse y es por ello que necesita formar parte de un grupo para poder sentirse bien.
Dicha necesidad se ve reflejada en muchos aspectos. En primer lugar, porque dentro de un grupo los individuos nos comportamos dependiendo de cómo sea el grupo, es decir, el grupo va a determinar nuestro comportamiento. Esto lo vemos claramente en el día a día, por ejemplo, dentro del grupo de las familias, donde los hijos se comportarán de una forma si están con los padres y de otra si están con el grupo de amigos. Ésta puede ser la razón por la que solemos escuchar la frase: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
En segundo lugar, por la
organización de la sociedad, tanto en grupos grandes, como pequeños, para
conseguir un objetivo común. Un ejemplo de esto último sería la unión de
cientos de mujeres el pasado 8 de Marzo en diferentes ciudades de España para
reivindicar la igualdad entre ambos géneros.
Por otro lado, esta necesidad se da porque prácticamente toda nuestra existencia está relacionada con los grupos, pues constituye el referente en el que se basa el individuo, partiendo todo ser humano de nuestros padres, es decir, nuestros primeros referentes y a quienes imitamos todo lo que hacen. Por tanto, la forma de expresarnos, nuestra cultura, etc., va a ser determinado también por la familia.
A su vez, porque los grupos son una fuente que nos proporcionan conocimientos e informaciones que de otro modo no tendríamos. Otro aspecto fundamental para que se cree ese deseo de grupo en los individuos es porque el grupo puede cubrir nuestra necesidad de protección y seguridad. Este aspecto lo vemos muy presente en colegios de zonas marginadas, donde cubren en los niños las necesidades primarias que no cubren en sus casas, como por ejemplo darles de comer.
Por último, podríamos decir que pertenecer a un grupo contribuye al autoconcepto, sobre todo en adolescentes, ya que no poder llegar a formar parte de un grupo generaría en ellos falta de autoestima, pues no cubre esa necesidad de tipo social.
Un interesante
artículo (Ulises, 2012), bastante relacionado con el tema, me ha
ayudado a comprender la importancia de la necesidad de pertenencia a
un grupo y ser aceptado por el mismo. Dicho artículo, basado en el autor
Maslow (1908-1970), psicólogo estadounidense conocido como uno de los
fundadores y principales exponentes de la psicología humanista, así como en
otros autores, nos dice que el grupo es una necesidad fundamental humana,
pues la mayoría de los seres humanos sienten deseo de formar parte de algo más
grande que ellos mismos. Esa necesidad parte desde el ámbito familiar, donde se
satisface inicialmente, para después ser extendida al trabajo, al grupo de
amigos, al lugar donde vivimos y a las diferentes asociaciones y redes
culturales o sociales con las que nos relacionamos a lo largo de nuestra vida,
pues pertenecer y ser aceptado en un grupo, nos permite desarrollar relaciones
sólidas y estables con otras personas, cubriendo la necesidad de dar y recibir
afecto, lo cual nutre y sostiene nuestra existencia.
Desde una perspectiva
evolucionista, una posible causa de esta necesidad de pertenencia, se halla en
un pasado remoto, cuando pertenecer a un grupo era fundamental para la
supervivencia. En la actualidad, esta necesidad de protección mutua no es tan
evidente, pero quedó recogida de alguna manera en la biología de nuestro ser.
Digamos que esta necesidad
de pertenecer y ser aceptado por un grupo es tal, que las personas en general,
reaccionamos mal cuando un grupo al que queremos o creemos pertenecer nos ignora,
o lo que es peor, nos rechaza, creando en estas personas rechazadas baja
autoestima. Esto, ocurre con frecuencia en los grupos de adolescentes, aunque
también ocurre habitualmente en la familia, la escuela o el trabajo. En la
sociedad, el rechazo de una mayoría dominante hacia cualquier miembro de un
grupo minoritario, se conoce como marginación o exclusión social. Dicha
exclusión social, suele estar relacionada con la pobreza, la falta de educación
o la pertenencia a minorías étnicas. También se aplica a formas de
discriminación relacionadas con el género, la edad, la orientación sexual, las
creencias religiosas, etc.
Algo muy interesante a
destacar es que recientes estudios sobre identidad social y autoestima, revelan
que esta última característica no depende únicamente de cualidades personales,
sino del valor percibido de los grupos a los que pertenecemos, pues en general,
las personas que forman parte de grupos con poder, o de grupos de los que se
sienten orgullosos de pertenecer, aunque en realidad se trate de grupos poco
valorados socialmente, suelen poseer más autoestima que aquellas personas
pertenecientes a grupos que no valoran o que se sienten excluidas de cualquier
grupo.
Si pensamos como este
autor, Maslow (1908), quien piensa que la autoestima es una necesidad humana
fundamental que nos permite enfrentar la vida con más confianza y optimismo,
conseguir nuestros objetivos y auto-realizarnos, se entiende la importancia de
la creación de grupos y redes sólidas que funcionen bien, tanto en sus procesos
internos, como en la consecución de sus objetivos, dispuestos a trabajar las
diferencias, fomentar la inclusión y abrazar la diversidad. Grupos en
definitiva, de los que nos sintamos orgullosos, que nos permitan satisfacer
nuestra necesidad de pertenencia, reforzar nuestra autoestima y ser canal
expresivo de nuestra creatividad y confianza en la vida (Ulises, 2012).
Como conclusión de este
primer apartado del tema 1 sobre por qué estudiar los grupos diremos que:
➥El desarrollo social y de
la personalidad están determinados por la pertenencia a grupos.
➥Pertenecer a un grupo
permite:
- Socializarnos y
educarnos
- Satisfacer necesidades
- Desarrollar actividades
2. Primeras
concepciones del comportamiento colectivo.
Dentro de las primeras concepciones del comportamiento colectivo, encontraremos tres: concepciones instintivas, concepciones conductistas e interaccionistas, las cuales trataremos más en profundidad a continuación.
2.1. Concepciones
instintivas.
Las concepciones instintivas son aquellas que consideran que la conducta de las personas se ve modificada por la pertenencia a grupos. Pues bien, esta idea ya había sido defendida por diferentes teóricos sociales a lo largo del siglo XIX. Algunos de estos teóricos fueron:
Gustave Le Bon
(1841-1931-Francia). Fue un sociólogo y físico aficionado. En el
campo de la psicología social es una gran influencia por sus aportaciones sobre
la dinámica social y grupal.
Le Bon y su obra
“Psicología de las masas” (1985), se considera el máximo representante de esta
corriente, pues fue el primer teórico que formuló la tesis de“la mente de
grupo”. Para él, no es la mera proximidad física la que determina la formación
de una masa psicológica, sino la formación de un alma colectiva que provoca en
el individuo la desaparición de su personalidad consciente y el predominio de
su parte inconsciente, es decir, el individuo dentro de la masa pierde su
identidad convirtiéndose en un autómata cuya voluntad es incapaz de ejercer
dominio alguno, por tanto, toda su inteligencia, educación, conocimientos,
etc., quedarán relegados y dominados por los instintos.
En uno de sus escritos, Le
Bon lo describía así:
“Es como si descendiera varios peldaños en la escala de la
civilización” (Le Bon, 1985).
En definitiva, lo que el
teórico Le Bon quería decirnos con esto, era que independientemente de los
individuos que compongan un grupo y de las características que posean, dicho
grupo posee una llamada “alma colectiva” que les induce a sentir, pensar y
comportarse de una manera totalmente diferente a como lo haríamos de manera
individual. A su vez, también creía que el grupo en sí era inferior
intelectualmente a los individuos en solitario, pero consideraba que la masa
también podría llegar a ser altruista, generosa, etc., y que ello dependería de
cómo fuera dirigida.
Émile Durkheim (1858-1917-Francia). Fue un sociólogo y filósofo francés. Estableció formalmente la sociología como disciplina académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia.
Este teórico, al igual que
Le Bon, es otro de los máximos representantes de la corriente de “la mente de
grupo”, concretamente su pensamiento se centra en el concepto de “conciencia
colectiva”, donde subyace la idea de que los fenómenos sociales, como la
religión, el lenguaje y las costumbres, son “hechos sociales”. Dichos “hechos
sociales” son previos a la existencia de cada individuo, lo cual influye en la
formación de su personalidad y sobre su comportamientos, ya que, a través del
proceso de socialización, el individuo interioriza las normas, costumbres,
conocimientos, etc., culturales y sociales que conforman la conciencia
colectiva.
Jean-Gabriel De Tarde (1843-1904-Francia). Fue un sociólogo, criminólogo y psicólogo social.
Para Tarde, a diferencia
de los anteriores, es lo individual lo que explica lo colectivo y social. Es
por ello, que para él, es necesario destacar su objetividad en el “hecho
social”, ya que las realidades sociales existen con independencia de cada uno
de los miembros del grupo. Pues bien, Tarde defiende que cuando en un grupo
desaparece alguno de sus componentes, el hecho social continúa existiendo, por
lo tanto, la psicología de lo colectivo sólo se puede explicar por la
existencia de la transmisión de una conducta individual a otra.
Sigmund Freud
(1856-República Checa-1939-Reino Unido). Fue un médico neurólogo
austriaco de origen judío. Es considerado el padre del psicoanálisis y una de
las mayores figuras intelectuales del siglo XX.
Freud también comparte la
idea de Le Bon acerca de la inferioridad del individuo.
Tras conocer los distintos
enfoques de los diferentes representantes de las concepciones instintivistas
dentro del comportamiento colectivo, considero que mientras el resto mantenían
un colectivismo más radical, Tarde defendía que los procesos sociales se
reducen a las acciones que se producen dentro de los individuos.
En mi opinión, no
considero ningún enfoque nombrado inconsciente o contradictorio, de hecho,
podría decir que son concepciones complementarias entre sí y que cada una
proporciona una visión más equilibrada de la influencia social en los
diferentes conceptos sociales.
2.2. Concepciones
conductistas.
Basándonos en el artículo publicado en la Universidad de Psicología de UBA por la Dra. Susana Seidmann, Floyd Allport representa la principal oposición, en la psicología de
grupo norteamericana, contra los enfoques anteriores nombrados, centrados
en los fenómenos colectivos.
Floyd Henry Allport
(1890-1979-Estados Unidos). Es considerado el fundador de la psicología social
como disciplina científica. Su obra Social psychology se
publicó el año 1924 y se la considera como una de las que inician esta rama de
la psicología.
Floyd incorpora la
conciencia como parte del estudio de la conducta. Para éste, la conciencia
constituye una respuesta individual frente a estímulos sociales, no una
explicación de la conducta. Además, plantea que los mecanismos comportamentales
y la conciencia, son un fenómeno individual, fundamentales para la comprensión
de la interacción entre individuos. Por tanto, podemos apreciar que la posición
de Allport en la psicología de grupos es de corte individualista, incluso para
la explicación de fenómenos grupales.
Su trabajo sobre
facilitación social en Harvard (1924), señala la importancia de la presencia de
otros sobre la ejecución de la tarea de un individuo, a través de la sugestión
que favorece respuestas mediante la liberación de impulsos individuales.
2.3. Concepciones
interaccionistas.
Dentro de las primeras concepciones del comportamiento colectivo, las últimas que encontramos son las concepciones interaccionistas, y dentro de ellas, destacamos la figura del teórico Muzafer Sherif y el experimento de psicología de grupos que llevó a cabo denominado Experimento de La cueva de los ladrones, donde analizó las relaciones de pertenencia a un grupo, las relaciones de no pertenencia a un grupo y las relaciones intergrupales.
Muzafer Sherif
(1906-Turquía-1988- Estados Unidos). Es considerado uno de los fundadores de la
Psicología social, y por tanto, es uno de sus principales representantes. Su
trabajo sobre los procesos grupales y el surgimiento de conflictos al interior
de los grupos debido a normas sociales, contribuyó con el desarrollo de la
teoría de juicio social.
Pues bien, este interesante experimento se centró mayormente en el concepto de "grupo". Los experimentadores, intentaban visualizar cómo se forma la percepción de pertenencia a un determinando grupo, cómo se configuran las relaciones dentro de éste y cómo se relaciona un colectivo con los demás. A su vez, la finalidad de este experimento también fue la de identificar de qué manera aparece o se intensifica el conflicto entre dos grupos y el proceso de integración o cooperación entre los mismos, es decir, cuando hay dos colectivos en los que sus integrantes han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia al grupo, parece que al mismo tiempo se suele intensificar el rechazo a los grupos de no-pertenencia y a las características que identifican a dichos grupos. De igual forma, esto se puede revertir.
1. La formación de grupo: consiste en la creación experimental de la pertenencia por medio de actividades que promuevan la identificación de grupo.
Los sujetos del experimento eran veintidós niños de once años, de nivel socioeconómico medio, que no habían experimentado ningún grado inusual de frustración en sus casas, que no eran fracasados escolares o sociales y que tenían un nivel similar de educación. Estos niños fueron llevados a un campamento de verano en el Parque Estatal Cueva de los Ladrones en Oklahoma.
Antes del inicio del experimento, los niños fueron divididos al azar en dos grupos de once cada uno.
Los dos grupos fueron transportados por separado y se alojaron en
cabañas dentro del mismo parque.
Por último, los grupos no debían saber de la existencia del otro grupo durante la primera fase del experimento. De lo contrario, cualquier contacto funcional entre los dos grupos podría tener consecuencias definitivamente no deseadas, tanto para la formación de pertenencia como para las fases posteriores del experimento. Estos dos grupos constituyeron la base de la interacción de grupo, que constituye el foco del Experimento de La cueva de los ladrones.
Durante la primera semana del experimento, los grupos no supieron
de la existencia del otro grupo. Básicamente, pasaron tiempo estrechando lazos
por medio de caminatas por el parque o nadando en la piscina. Cada grupo tuvo
la tarea de acuñar un nombre de grupo que fue estampado en sus banderas y
camisetas. El nombre del grupo es un buen paso para permitir que los miembros
de cada grupo se identifiquen con sus respectivos grupos. Brinda a los miembros
una sensación de pertenencia y de espíritu de grupo. Uno de los grupos
eligió Águilas como su nombre de grupo, mientras que el otro
grupo eligió Serpientes de cascabel. El objetivo principal de
la primera fase es producir pertenencia por medio de la interacción de los
miembros dentro de los dos grupos por separado.
2. Fase de conflictos de grupo: incluye la generación de conflicto entre dos
grupos formados experimentalmente o la creación de tensión intergrupal.
En esta fase, se les permitió a los dos grupos averiguar sobre la
existencia del otro grupo. El objetivo principal de esta fase es la producción
de conflicto entre los dos grupos, que puede lograrse por medio de actividades
competitivas en la forma de un campeonato de eventos en donde habrá puntajes
acumulativos y los miembros del grupo ganador tendrán una recompensa.
En este paso, los experimentadores aumentaron considerablemente el
antagonismo entre los dos grupos. Esto fue significativamente evidente durante
el recuento de las puntuaciones en donde las Serpientes de cascabel ganaron
el trofeo final. Las Serpientes de cascabel plantaron su
bandera en el campo de juego como un recordatorio de su éxito. Más tarde,
comenzaron los insultos y las canciones ofensivas.
Asimismo, luego de estos incidentes, los grupos se negaron a comer
juntos en el mismo comedor. Los experimentadores tuvieron tanto éxito en la generación
de fricción que llegaron a la conclusión de que ya no era seguro llevar a cabo
más actividades que produjeran fricción y la fase dos fue interrumpida
repentinamente. Así comenzó la tercera fase.
3. Fase de resolución de conflictos: incluye reunir a los dos grupos anteriormente en conflicto para cooperar por el logro de objetivos superordinados.
Esta etapa constituye el aspecto más importante y esencial del
estudio. En esta fase, los experimentadores intentarían lograr, a propósito, la
cooperación entre los dos grupos después de una etapa de fricción o conflicto.
Esta fase tiene como objetivo estudiar el proceso de reducción de las tensiones
de grupo.
La primera actividad de esta fase fue un problema en el que ambos
grupos debían cooperar para resolverlo debido a que los recursos y esfuerzos de
un solo grupo no serían suficientes para solucionar el problema. Los dos grupos
fueron llevados a un lugar nuevo y se les dijo que había escasez de agua
potable. Los dos grupos tuvieron que reparar el daño que causaron unos vándalos
al suministro de agua potable. Durante la reparación exitosa de los problemas
de agua, se observó la cooperación entre los miembros de los dos grupos. Esta
actividad fue pensada por los experimentadores para crear un estado de interdependencia
real y tangible entre los miembros de los dos grupos.
La segunda actividad consistió en que el grupo necesitaba
interactuar entre sí ya que tenían que decidir qué película querían ver y pagar
por ella. Los grupos acordaron exitosamente qué película ver y durante la cena
después de esta actividad, todos los chicos estaban comiendo juntos de nuevo.
Este punto (2.3. Concepciones interaccionistas) ha sido extraído de la página web titulada Explorable.com, cuyo enlace a ella lo podremos encontrar en el último punto de esta entrada (5. Referencias).
Como conclusión del experimento de Sherif, extraemos la idea de que
claramente es fácil que se ocasiones conflictos tan sólo por el hecho de formar
grupos y posteriormente hacer competiciones entre los mismos, pero de la misma
forma, dichos conflictos ocasionados se pueden resolver o evitar mediante metas
supraordenadas y actividades que fomenten la cooperación de grupos.
Kurt Tsadek Lewin (1890-Polonia-1947-Estados Unidos). Lewin fue un psicólogo
alemán nacionalizado estadounidense. Actualmente, es reconocido como uno de los
pioneros de la psicología social experimental, organizacional, de la
personalidad y aplicada.
Lewin, consideraba el grupo como un “todo dinámico”, por lo tanto, un cambio en el estado de una de las partes modificaría el estado de cualquier otra parte. Uno de sus aspectos fundamentales fue el estudio de la cohesión grupal, pues de ésta y de los efectos que ejercen sus variaciones sobre el funcionamiento del grupo, se desprende la compresión y el conocimiento de la vida de un grupo.
Por último, destacamos aquí la figura de Solomon Asch.
Solomon Asch (1907-Polonia-1996-Estados Unidos). Fue un psicólogo
estadounidense de gran prestigio y mundialmente conocido. Destacaron sus
trabajos pioneros en psicología social.
Asch, postula que los individuos son las unidades donde tienen
lugar los procesos psicológicos. Su individualismo cognitivo le sitúa próximo
al individualismo conductual de Allport. Sin embargo, el estudio de los
procesos sociales deben basarse en lo que se conoce sobre la relación entre los
individuos y el medio físico. Su principal aportación la realizó a partir del
estudio de los procesos de influencia del grupo en la independencia y sumisión
de sus miembros frente a la mayoría grupal.
Se podría decir, bajo mi criterio y lo que he logrado deducir tras
investigar acerca de estas tres distintas concepciones del comportamiento
colectivo, que las concepciones interaccionistas, constituyen la combinación de
las dos anteriores.
3. Delimitación del
concepto de grupo.
Pues bien, hasta ahora hemos visto por qué estudiar los grupos, las primeras concepciones del comportamiento colectivo y sus principales representantes. Tras ello, sabemos que las conductas de los individuos cambian dependiendo del grupo donde nos encontremos.
A pesar de haber visto unas pequeñas pinceladas en la entrada anterior sobre qué es un grupo, nos centraremos ahora más en profundidad en el concepto de grupo como tal, para lo que encontramos numerosas definiciones que explican qué es un grupo según diversos autores.
Alcover
(1999). Propone una concepción multidimensional:
. Los individuos
adquieren o desarrollan conductas para realizar las actividades grupales.
. Se desarrollan normas
que dan cohesión al grupo y los guía en sus actividades.
. Tienen una meta en
común y un líder que coordina el grupo.
Canto
(2000). Mantiene que:
. Un grupo tiene que
estar formado por dos o más personas que compartan determinados aspectos
(prejuicios, afecto, etc., manteniendo una cultura en común).
. Los miembros tienen que
interaccionar entre sí y cooperar para conseguir las metas del grupo aceptadas
por la mayoría.
M.
Marín (2012). Argumenta que:
. Los miembros deben
interactuar entre sí, tratándose de un conglomerado de personas y no de un
simple hacinamiento.
. Las personas esperan
prolongar las relaciones existentes.
. Siempre hay unas normas
implícitas en el grupo que se exigen cumplir.
. Existe una frontera
social entre los que pertenecen al grupo y los que no, y el sentirse
identificado.
. Las personas que están
fuera del grupo saben quiénes son los miembros de ese grupo.
. Siempre existen
objetivos comunes o lazos afectivos.
Por tanto, la definición de "grupo" podría delimitarse como la formación de dos o más personas que comparten objetivos y metas comunes o lazos afectivos y por supuesto, existe interacción entre los miembros del mismo. Por otro lado, el grupo posee normas implícitas que deben ser respetadas para que el grupo fluya y siempre, las personas que permanecen fuera del grupo, deberán saber quiénes son los integrantes que componen el grupo.
Por otro lado, dentro del concepto de grupo diferenciamos entre:
Grupos primarios. Suelen ser grupos pequeños y constituyen el campo social donde las personas suelen expresar sus emociones. En ellos se lleva a cabo la principal actividad de la socialización.
Características:
Relación cara a cara: no constituye un
elemento indispensable, sino un factor que incrementa la posibilidad de que se
produzcan interacciones en el grupo.
Tamaño: es importante porque
incrementa la posibilidad de que se produzcan interacciones en el grupo y como
consecuencia, facilita que compartamos con ella ideas y sentimientos.
Duración: es una condición para el
grupo primario, en cuanto a que los miembros esperan que el grupo continúe,
aunque finalmente en ocasiones dure poco, aunque en la actualidad, pueden ser
virtuales.
Grupos secundarios. Los grupos secundarios
son aquellos que están al servicio de los objetivos de una organización y donde
las personas se relacionan de acuerdo a las normas que el sistema ha
establecido. Las relaciones son más impersonales y menos íntimas, definidas por
los roles establecidos. Los sujetos “se consideran” del grupo, pero no siempre
se “sienten” de él, por lo general, es
más frecuente que no nos sintamos parte del grupo.
Dentro de los grupos
secundarios, distinguimos entre:
Grupos formales:
. Suelen
tener un líder director de la tarea o del grupo.
. Sus
miembros tienen asignadas tareas específicas y roles bien definidos.
. Cada
uno de sus componentes ocupa un lugar o estatus dentro del grupo.
. Las
relaciones entre los miembros están prefijadas por normas explícitas.
. Hay
fijadas metas en relación con otras más amplias de la organización o del
sistema social.
. Se
evalúan las actuaciones de los miembros del grupo y las del mismo grupo.
. El tipo de
relación que se establece en los grupos formales es emocionalmente neutra,
fragmentaria, universal, centrada en sí misma y no perdurable.
Un
equipo profesional de fútbol podría ser un claro ejemplo de grupo formal.
Todo ello no implica que
dentro de los grupos formales no puedan surgir grupos primarios o grupos
informales. Por ejemplo, dentro de un grupo secundario formal puede
ocurrir que varias personas comiencen a caerse cada vez mejor y a quedar cada
vez más, es entonces cuando dentro de ese grupo formal, se ha creado un grupo
informal, y ese grupo informal puede llegar a ser primario, pero es muy
importante saber que no es grupo primario si no hay conexión emocional.
Grupos informales. Son aquellos que se
crean espontáneamente, tanto en la organización como en el sistema social y
presentan las siguientes características:
. Tienen uno o
más líderes que no son nombrados por instancias externas al grupo, sino que
depende de las actividades que el grupo realice.
. Los objetivos no
están especificados explícitamente, pero no significa que no exista.
. La función
principal del grupo informal es la de satisfacer las necesidades sociales y
psicológicas del individuo.
Un
ejemplo de grupo informal podría ser el grupo de amigos.
En las organizaciones
formales pueden generarse grupos informales derivados de las relaciones y
afinidades personales de los miembros de la organización. Que estos grupos
sean positivos o negativos para la organización, dependerá de la convergencia o
divergencia de sus objetivos con los de la organización.
4. Clasificación y
tipos de grupos.
Nos centraremos en los siguientes tipos de grupos:
- Propios (endogrupos). Se podría traducir como "el grupo al que pertenezco".
- Ajenos (exogrupos). Se podría traducir como "el grupo al cual no pertenezco".
Generalmente, solemos ser
más tolerantes con los conflictos que encontramos en nuestro grupo que en el
que no pertenecemos, y es importante saber que todos los grupos nos enriquecen,
por ello, debemos fomentar la transversalidad, es decir, la cooperación
intergrupal para el avance de la vida social, ello no significa que no sintamos
lealtad o una identificación especial con nuestros propios grupos.
- De iguales. Formados por niños o
niñas de la misma edad, teniendo todos una posición equivalente.
- De referencia. Designa el grupo al que queremos aspirar. Se elige siguiendo los siguientes criterios:
. La actividad central del grupo es a la que la persona se dedica.
. Tiene mayor prestigio u ofrece recompensas.
. Permite pasar a un rango superior.
Por
tanto, se podría decir que un claro ejemplo de grupo de referencia constituiría
el grupo profesional al que quisiéramos pertenecer tras finalizar la carrera,
así como el tipo de persona que aspiramos a ser.
- De pertenencia. Hace referencia al grupo del que formamos partes.
. En un grupo pequeño, no hay necesidad de reglas formales que determinen el orden de intervención u otros aspectos.
. En un grupo pequeño, si un miembro del grupo abandona, puede dejar de existir.
. En un grupo pequeño, el incremento del número de relaciones afecta al grupo.
. En un grupo pequeño, no hay necesidad de nombrar un responsable o dirigente.
. En los grupos grandes, tendemos a crear mini grupos
5. Referencias.
Artículos:
- Seidmann,
Susana (s.f). Historia de la psicología social
(pág. 12/párrafo 4). Facultad de Psicología UBA.
Recuperado de:
Blogs:
- -- Ulises
(2012). La necesidad de pertenencia.
[blog].
Recuperado de:
Páginas webs:
- Explorable. (2008-2018). El experimento de La cueva
de los ladrones de Sherif. [Explorable.com].
- Scribd. (2007). Las primeras concepciones sobre
el comportamiento colectivo.
Recuperado de:
https://es.scribd.com/document/251475821/Las-Primeras-Concepciones-Sobre-El-Comportamiento-Colectivo
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